A parte de ser el dictador más conspicuo de la historia,Adolf Hitler también era paranoico, hipocondríaco y se volvió adicto a las drogas sin saberlo.
Sufría de dolores estomacales, flatulencias e insomnio que le iban deteriorando poco a poco. Incluso acabo su vida padeciendo de cáncer.
Tuvo como doctor personal a Theodor Morell. Un doctor tachado de curandero y no muy querido entre los nazis pero que se ganó la confianza del führer.
Este le llegó a suministrar hasta 70 tipos de droga durante la guerra. Desde cocaína para aliviar su sinusitis aguda hasta barbitúricos para poder dormir e incluso metanfetaminas.
Otras pastillas, drogas y hormonas le fueron asiduamente suministradas haciendo así de Hitler un adicto.
A pesar de esto, Hitler estaba perfectamente cuerdo y las drogas no influyeron en sus decisiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario